Emisora

! NO LLORES MAS HERMANO! ( POR EL HERMANO SUNDARIS)



No llores más, ¡hermano amado!,  ¡Te traigo paz, te traigo alegría! En nombre de mi maestro, vengo a secar tus lágrimas y a estrecharte tiernamente sobre mi corazón para consolarte.
Crees saber por qué sufres, por qué lloras, crees conocer la causa de tu dolor, pero te equivocas; siempre es por ti mismo que lloras, solo por ti cuando se te niega lo que deseas, cuando se te quita lo que amas o lo que te pertenece, por eso lloras hermano.
¡Tú apego a los seres y a las cosas es lo que te hace sufrir! No debías de apegarte sino a Dios, no dejarlo jamás, y amar a todos los seres en Él; habrías así encontrado en el tu felicidad, tu satisfacción y la plenitud de tu vida; así, que no llores más hermano.
Todo le pertenece y te da sin medida lo que te hace falta durante tu estadía en la tierra, desde el momento que lo reconoces como tu padre, el te da el usufructo de todas sus riquezas, en cuanto le abras tu corazón, ¡puedes también abrir tus manos!, ¡Jamás las deja vacías!
Pero quieres "poseer", guardar para ti lo que dios te da tan generosamente, como si el mundo fuera tuyo; quieres dominar a los seres y a las cosas que Él ha puesto alrededor tuyo para la felicidad de tu corazón y la alegría de tus ojos, y para tu subsistencia; quieres apoderarte de todo, y cuando no consigues lo que quieres, te rebelas, reclamas; no sabes " pedir"; " pedir es colocar el corazón en el estado de recibir" y cuando se accede a tus deseos, no solo te apegas a lo que se te ha dado, sino que siendo tan posesivo e insaciable, lo encierras en una prisión, para gozar tu solo de ello.
Te crees fuerte, grande, pero "ves" muy pequeño, piensas en " "minúsculas " aun cuando posees las riquezas del mundo, el poder de los grandes de la tierra, pues todo lo que posees no alcanzara jamás el valor, ni la magnitud, ni la profundidad de los tesoros divinos, de los que te seria dado sacar a manos llenas si fueras menos egoísta.
¡Sufres y lloras hermano mío!
En el jardín del padre, quieres coger las rosas en lugar de mirarlas, sentir su aroma y gozar plenamente, estas contento en el momento de tenerla en tus manos, pero ya caen los pétalos al suelo, marchitándose como todo lo que quieres tener para ti y que luego pasa y te hace sufrir, por eso hermano, ven al Padre y Él te dará la verdad.
¡No llores más hermano, no llores más!

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